El responsable de la política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, ha afirmado por escrito que el informe de la inteligencia europea que relacionaba a Rusia con el independentismo catalán no existe. Este informe fue utilizado por un reportaje de New York Times. Puigdemont, por su parte, acusa al diario de publicar "falsedades".
"El Centro de Inteligencia y Situación de la Unión Europea (INTCEN) no es el autor del informe de inteligencia mencionado en el artículo del New York Times e ignora quién ha podido hacerlo", dice Borrell en respuesta parlamentaria.
Carles Puigdemont, en un hilo en Twitter, ha manifestado "que la única agencia de inteligencia europea niegue saber nada de un informe que supuestamente elaboró para acreditar los vínculos entre Rusia y el independentismo debería hacer pensar a alguien. Especialmente aquellos que lo aprovecharon para sacar rédito partidista".
No sé, però que l’única agència d’intel·ligència europea negui saber res d’un informe que suposadament va elaborar per acreditar els lligams entre Rússia i l’independentisme hauria de fer pensar a algú. Especialment aquells que ho van aprofitar per treure’n rèdit partidista.
— Carles Puigdemont (@KRLS) December 2, 2021
Puigdemont ha indicado que "las respuestas de la comisión suelen ser muy ambiguas". "En cambio, a la pregunta sobre el supuesto informe de la inteligencia europea, la respuesta que hacen es de una concreción evidente. Ninguna ambigüedad en la que se refugian cuando no quieren responder directamente pero tampoco quieren mentir (la mentira es severamente castigada, en Europa)", ha añadido.
"No son los autores y, para mí lo más relevante, es que dicen que no saben quién puede ser el autor. Dicho de otro modo: si la agencia de la inteligencia europea declara oficialmente no saber quien puede haber hecho el informe, nos está diciendo una de las dos cosas: 1a: o bien es una agencia muy poco inteligente porque ignora quién puede estar creando una confusión que la acaba involucrando de forma implícita en un informe de la prensa internacional (y eso no debería permitírselo. Si fuera el caso, sería de mucho burro admitirlo oficialmente)”, apunta.
"O bien que a la agencia de inteligencia europea no le interesa estar involucrada en un dossier cargado de falsedades, distorsiones y conclusiones ridículas que ya han quedado expuestas públicamente. Ni siquiera que parezca que sabe nada o tiene nada que ver", concluye.